La parálisis cerebral es un conjunto de incapacidades motoras provocadas por un daño en el cerebro de una persona, generalmente suele darse en niños que crecen con esa patología y puede ocurrir en el periodo prenatal, perinatal postnatal. La definición más precisa es “trastorno del tono postural y del movimiento, de carácter, secundario a una agresión no progresiva a un cerebro inmaduro” (Fernández, E.).
Constituye la causa más frecuente de discapacidad física entre la población infantil existiendo diferentes clasificaciones de dicha incapacidad dependiendo de la zona afectada del cuerpo y teniendo un periodo diferente en cuanto a la rehabilitación de la parálisis cerebral.
1.- Hemiplejía: afecta a uno de los dos hemicuerpos (lado derecho o izquierdo del cuerpo)
2.- Diplejía: afecta a los miembros superiores del cuerpo.
3.- Cuadriplejía: los cuatro miembros se ven paralizados.
4.- Paraplejía: afecta a los miembros inferiores.
5.- Monoplejía: sólo afecta a un miembro, ya sea la parte superior o inferior del cuerpo.
6.- Triplejía: hay tres miembros afectados.
Tras haber identificado qué parte del cuerpo se ve afectada por dicha discapacidad, se procede a emplear una terapia ocupacional para el daño cerebral que presente el paciente en cuestión.
Estas evaluaciones deben ser llevadas a cabo por médicos y terapeutas especialistas, solicitando un programa de intervención temprana, ya que lo ideal es empezar con el tratamiento a una corta edad, ofreciendo mejores resultados en el desarrollo del psicomotor de la persona afectada.
Las terapias más comunes a las que se someten los pacientes con parálisis cerebral son:
- Fisioterapia: ayuda a las personas a recuperar equilibrio, fuerza, flexibilidad y a tener una mayor coordinación para mejorar las habilidades motoras.
- Terapia ocupacional: se centra en mejorar la postura y todo lo relacionado con la parte superior del cuerpo, de manera que la persona pueda adquirir una mayor independencia y aumenta la autoestima.
- Terapia de lenguaje: ayuda a superar las dificultades en la comunicación.
- Psicología: es de gran ayuda para el paciente y para su familia, ya que a veces no es fácil lidiar con personas que tengan esta patología.