Si quieres que tu pequeño aprenda a sociabilizar con el mundo animal y dotarlo de una primera responsabilidad, quizá lo mejor sea que tenga una mascota como animal de compañía, y qué mejor que una tortuga. Estos animales, como cualquier ser vivo, requieren de una serie de cuidados, aunque si bien es cierto, no son de los más exigentes, por eso puede ser una buena idea comenzar por ellos.
Hay estudios que demuestran que los niños que se crían con la responsabilidad de tener animales en casa desarrollan actitudes muy interesantes desde pequeños, como el respeto, la responsabilidad y la empatía por el otro.
Además, estos animales no requieren de grandes inversiones, más allá de un lugar cómodo y adaptado para vivir, como pueden ser los terrarios para tortugas, alimento (para ello lo mejor es la comida para tortugas, pues tienen todos los nutrientes necesarios), unas pautas de higiene y una visita al veterinario cuando lo necesiten.