Este sistema consta de un grupo de válvulas, un computador que maneja las presiones del líquido de freno y los sensores de velocidad montados en las ruedas. No necesita mantenimiento, pero en dado caso, hay que tratar de no dejar seco el cuerpo de válvula, para así no tener complicaciones con burbujas de aire en el circuito hidráulico.
Hay que prestar especial cuidado en la reparación de ABS. Instalados en los vehículos modernos cumplen una función determinante en caso de frenadas bruscas, sus siglas en ingles ABS se traducen al español como sistema de frenado antibloqueo; en el momento en que las ruedas se bloquean, por ejemplo: en una frenada de emergencia, los neumáticos al quedar completamente frenados son detectados, esta limita y descarga la presión a esa rueda para que vuelva a girar y conseguir adherencia nuevamente.
Sin este, los neumáticos tienden a quedar bloqueados al pisar el freno a fondo, perdiendo adherencia en el pavimento, haciendo que demore casi el doble en detener el automóvil en comparación con el sistema ABS, aparte de perder la capacidad de maniobrabilidad para esquivar objetos.
Es monitoreado por el computador, el cual aparte de controlar también detecta fallas en el sistema. Si en algún momento, mientras el vehículo está en marcha y la luz testigo en el panel (ABS) queda encendida, significa que hay una avería.
En estos casos el sistema ABS queda inhabilitado en ese momento y los frenos funcionarían solo de manera convencional y sin monitoreo electrónico. La forma de repararlo es conectar el Scanner y leer él o los códigos de falla asociados. A su vez ellos envían información para que el mecánico realice la reparación correspondiente, una vez lista y completa se borra la memoria del computador y vuelve a funcionar correctamente.