La cocina fusión Sevilla está en auge y no por eso tienes que pagar un ojo de la cara para disfrutar de ir de tapas en esta ciudad milenaria. Llena de monumentos, con la tercera catedral más grande de Europa y con una Giralda impasible a lo largo de los años. Una selección de platos gourmet que integran elementos de la mejor cocina tradicional autóctona con la mejor cocina internacional. La mezcla de la fusión es lo que la hace original, distinta y única.
Sevilla es una ciudad donde los bares se pueden encontrar en cada esquina, en cada barrio y la oferta gastronómica es variada pero con un tono y sabor muy característico. No puedes estar en Sevilla y no irte de “tapitas”. La zona del encontramos La Trastienda, un bar en el que destacan los mariscos, las anchoas imperiales y los domingos el arroz marinero. En Santa Catalina el Rinconcillo lugar autóctono y único. Además de ser la bodega más antigua de Sevilla se distingue por sus tapas de toda la vida como los garbanzos con espinacas, las pavías de bacalao o las chacinas ibéricas. Dispone de un comedor en la planta de arriba con una carta más extensa. Y un buen restaurante fusión Sevilla lo podrás encontrar en la famosísima calle Alemanes.