La fotografía de bodas es una de las áreas de este arte que más ha cambiado en los últimos años. Sea como fuere, a todas las parejas de todos los tiempos les hace ilusión conservar un recuerdo del gran acontecimiento, ya sea en forma de álbum físico o digital. Cuando una pareja acude a un estudio fotográfico desde aquí deben aconsejarles lo que sí y lo que no, porque al final será un recuerdo para toda la vida:
- Sí a innovar, a jugar con escenarios, incluso con outfits y complementos. Se lleva mucho recrear escenas de películas famosas, por ejemplo.
- No a posturas imposibles, poses forzadas y, en general, todo aquello que no quede natural y resulte incómodo para la pareja.
- Sí a las fotos en exteriores, aprovechando la primera luz del día o la última.
- No a encuadres muy estudiados que parecen reproducir cientos de fotos iguales.
- Si a la fotografía de estudio clásica, elegante y cuidada. Aquí el papel del fotógrafo de bodas en Sevilla es fundamental, pues tiene que conseguir que lo clásico siga estando de moda.
- No a fotos abarrotadas de gente, de color, de formas… lo sencillo llena más.