Las mudanzas pueden llegar a ser muy cansadas, y si hay niños de por medio todo se dificulta. No tiene por qué ser así. De hecho, es una oportunidad para hacer algo en familia, que sea divertido y en la que cada miembro tenga unas responsabilidades concretas.
El caso es crear una lista de tareas de las que cada cual debe responsabilizarse, crear un planing de todos los pasos a dar y controlar que todo se haga en tiempo. Para ello, toma nota, te damos algunas ideas de cómo hacerlo:
- En primer lugar, hazte con una buena reserva de cajas y elementos de embalaje. Las cajas grandes de cartón y las cajas automontables serán tus aliadas. No olvides el plástico de embalaje, los precintos, las etiquetas, etc.
- Cada miembro tiene su función. Los peques, por ejemplo, pueden encargarse de empacar los juguetes e ir poniendo nombre a las cajas
- Es importante que vayáis por estancias, y no empezar con una nueva hasta no haber terminado la que tenéis entre manos. Así os aseguráis de no dejar nada pendiente
- Todo lo que no uséis, a la basura (o a un amigo o a venderlo). Así no mudaréis aquello que ya no necesitáis