La limpieza y el mantenimiento de las placas solares es fundamental para su buen funcionamiento. Esto debe llevarse a cabo por una persona especializada para sacar el máximo partido a la limpieza de las plantas fotovoltaicas. Su limpieza hace que capten mucho mejor la energía fotovoltaica y que tenga mejor rendimiento. Si no se llega a limpiar las placas solares, el resultado sería cambiar la instalación, por lo que supondría un mayor coste que la limpieza.
El agua de la lluvia y el aire los ayuda a mantenerse limpios, pero no es la mejor opción para su limpieza. La suciedad puede reducir su rendimiento en un intervalo de 8% a 15%, lo que al año serían pérdidas considerables. La limpieza de las plantas solares más sencilla es con agua y jabón y secando con una gamuza de algodón. Estas labores de limpieza es recomendable realizarlas a primera hora de la mañana cuando el sol no aprieta demasiado o a última hora de la tarde, antes de oscurecer.