La llegada de un nuevo miembro a la familia es sinónimo de alegría para familiares y amigos, y por supuesto, para los nuevos padres. Padres que a la vez que tienen un sentimiento de felicidad plena les invaden otros como el miedo, las dudas o el desconocimiento que suplen o compensan con todo el amor que nunca imaginaron que serían capaz de dar.
Cuando se está esperando un hijo lo mejor es ir viviendo el día a día sin adelantarse a los acontecimientos más que a los necesarios, pero es inevitable que ya durante el embarazo vayan comenzando poco a poco los preparativos, nueva casa si así se ha decidido, ver que habitación podría ser la mejor para el bebé y decorarla, etc., aunque el cambio más notorio es el de la mamá, que entre otras cosas, verá como su vestuario tendrá que ir siendo renovado casi por días, a medida que avanza su gestación.
Es típico que todos los conocidos de la pareja y de su nuevo y más importante integrante, le hagan a ellos o al peque de la casa regalitos, y más actualmente, que están tan de moda las fiestas denominadas Baby shower hechas en exclusiva para el bebé que está en camino y que suelen realizarse antes de su nacimiento.
Una de las cosas que más ilusión les hace comprar y recibir a las mamis es, sin duda alguna la ropa infantil, desde pijamitas o vestidos y bodys fresquitos, hasta la ropa de baño para ellos, pues es una monería ver esas tallas tan pequeñas y además son el reflejo de cómo pasan los meses por sus hijos, pues en seguida se les va quedando pequeña.