Es habitual que las futuras madres pregunten en las clínicas para embarazadas acerca de cómo aliviar las náuseas y los vómitos, pues afectan a una gran parte de ellas. Lo habitual es que remitan pasada la semana 14 de gestación. Existen tratamientos ginecológicos para la hiperémesis gravídica, que es como se conoce a este trastorno, pero antes de recurrir a la medicación, conviene seguir una serie de recomendaciones:
1. Come con mayor frecuencia, pero en cantidades más pequeñas
Lo ideal es comer cada dos o tres horas. Para resistir el hambre es una buena idea tomar cereales integrales, ya que estos liberan la energía más despacio. Los especialistas recomiendan también los alimentos pastosos, como los purés, y los fríos, ya que se toleran mejor.
2. Desayuna en la cama
No hagas esfuerzos físicos con el estómago vacío, por mínimos que sean. Es aconsejable dejar por la noche galletas u otros snacks en la mesilla, tomarlos y permanecer unos diez minutos en la cama o bien pedirle a alguien que nos lleve el desayuno completo a la cama y reposarlo después ahí durante un rato.
3. Mantente bien hidratada
Con los vómitos se pierde mucho líquido y sales, por lo que es conveniente tomar bebidas para reponerlos, como las bebidas isotónicas, que contienen glucosa, sodio y potasio.
4. Toma jengibre
Según la OMS, el jenjibre ayuda a prevenir las náuseas y los vómitos durante el embarazo. Hay diferentes formas de tomarlo: fresco, seco o en forma de infusión. Eso sí, siempre con moderación, no hay que superar los 2g diarios si se toma seco ni 10g si se toma fresco. Asimismo, evita tomarlo durante más de tres semanas seguidas y si estás tomando algún medicamento.
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